Esta vez, para romper la costumbre comenzaremos por un cambio que no nos ha gustado( a veces somos también muy exigentes), pero vemos como lógico. El precioso color amarillo del chasis ha sido sustituido por un más soso e impersonal gris metalizado oscuro y decimos lógico porque los usuarios nos hemos vuelto muy exigentes, queremos que cada nuevo modelo se reconozca como tal, además de cambios y mejoras a nivel mecánico siempre nos gusta que llevamos una moto nueva.
Sin embargo en Husaberg aseguran que el chasis amarillo volverá en algún momento, cuando los “maquilladores” de la marca lo consideren oportuno.
Dado que no es la primera moto de la marca que probamos este año, no vamos a repetirnos en la descripción de los elementos comunes, resaltando eso sí, el gran trabajo que siempre realiza la marca en ir puliendo la hergonomía, con más y mejores lugares desde los que podemos asir la moto para moverla en situaciones complicadas, como son la nuevas asas bajo la parte trasera del asiento, estando además muy protegidas de la entrada de barro y suciedad.
Recordamos también que la parte trasera del chasis formado por tres elementos atornillados, a diferencia de la KTM, está realizada en poliamida, material plástico de alta resistencia, reforzada con fibra de vidrio.
Complementa el nuevo chasis, ya estrenado el año pasado en las primas de color naranja. Se incluye el nuevo basculante, 300 gr. más ligero demuestra que la marca no descansa en su guerra a los kilos. Está anclado 5 mm. más cerca del motor
El depósito de gasolina, en blanco transparente también merece mención aparte, los 10,7 litros de capacidad se agradecen de cara a la autonomía y más en una mecánica de dos tiempos. Siendo uno de los elementos diferenciales que a más de uno convencerá.
El cuidado en equipamiento siempre ha sido norma de la casa, cubremanetas, electroventilador, pero sin el cubrecarter de plástico que sí incluyen sus hermanas de cuatro tiempos, sin embargo en las especificaciones de fábrica sí lo lleva... por tanto suponemos que ha debido ser retirado en la unidad de pruebas por alguna cuestión.
Destacar también que la nueva horquilla se puede regular en comprensión en una barra y en extensión en la otra, sin tener que agacharnos.
La tijas mecanizadas están anodizadas en negro y ya que hablamos de colores, las nuevas llantas, 200 gr. más ligeras, lo están en un bonito azul que estamos deseando manchar de barro. La nueva decoración siguen manteniendo los colores del país de origen de la marca, Suecia y desde luego le sientan muy bien.
Continuando con la plástica, nos ha gustado mucho el detalle de las asas de plástico, situadas justo bajo el asiento, en un lugar de lo más oportuno, que nos ayudará mucho a la hora de mover la moto en parado. Estos detalles dicen mucho que los auténticos endureros que hay en el departamento de diseño de la marca.
Respecto al motor, común a las KTM como sabemos, el único cambio es la nueva caja de láminas V-Force 4, que mejora aún más la respuesta del carburador Keihin, que podemos cambiar además tanto sustituyendo el muelle de la válvula de escape. De serie viene con el intermedio, el más duro proporciona una respuesta más lineal y el más blando más contundente y brusca.
Hasta cierto punto, nos ha sorprendido que no llevase el nuevo embrague de diafragma (DDS) que sí incorpora su hermana de color naranja. No sabemos si es por cuestión de marketing, es decir diferenciar más ambos productos o se trata de un paso que dejarán para el año que viene. El caso es que el embrague funciona muy bien.
Después de tanta inevitable y completa descripción “teórica” pasamos a lo que en definitiva importa, como es su comportamiento en acción. Para ello recurriremos a una analogía parecida a la empleada al explicar el comportamiento del modelo precedente.
Hace poco estuve en un Festival de Blues, pero de baile, uno de los profesores insistió y mucho sobre la importancia del conjunto de la pareja en los resultados. Dependiendo de las “señales” que uno reciba de su pareja, el resultado varía en un sentido o en otro.
Alguno se preguntará qué tiene que ver eso con el enduro y con la TE250 en particular. Pues todo. Como mecánica de dos tiempos, la respuesta de esta moto es todo lo enérgica que se necesite, pero al mismo tiempo puede ser todo lo suave que seamos nosotros con ella.
En el blues se pasa de movimientos rápidos a otros ralentizados, siendo la suavidad común a todos ellos, el pasar de un giro rápido y espectacular a un movimiento armonioso y dulce. Justo lo que se requiere en el enduro. Pasar de la rapidez que requiere un tramo o una crono o el tacto de violinista que precisa una trialera con raíces y barro.
Desde luego este tipo de transiciones la nueva Husaberg las hace de maravilla, enseguida te hace sentir a gusto, la conexión piloto-máquina es fantástica, responde con suavidad a todas tu exigencias, haciendo fácil lo difícil. Siempre que tengas tacto y buen control del gas te sentirás tan bien como el mejor piloto.
Ya de entrada la puesta en marcha resulta impecable, tanto con botón como a patada. En cuanto el motor adquiere la temperatura óptima de funcionamiento, ya estamos listos para dar gas.
En un principio nos da una sensación que mayor poderío que su prima la KTM 250EXC, pero debe ser algo subjetivo, sabemos que montan el mismo motor, salvo el embrague, y nos ha sido facilitada con el mismo muelle de válvula de escape, recordad que de serie se entrega con tres distintos, que van desde el más duro, respuesta más suave, al más blando, de color rojo, que nos proporciona una respuesta más contundente. La unidad probada monta el intermedio amarillo.
Pero se trata solo de una sensación, seguro que si dispusiéramos de ambas mecánicas a un tiempo el resultado sería similar.
Es sin duda en las trialeras y zonas más complicadas donde más valoramos la nueva horquilla, su sensibilidad a la hora de absorber las pequeñas irregularidades y la gran capacidad de tragarse sin contemplaciones los más grandes obstáculos, son sin duda argumentos que nos hacer rodar con mucha más confianza.
En esas ocasiones en que por un error de trazada o un bandazo inesperado nos hacen “literalmente” comernos una gran roca o un tronco, la WP 4CS solventará el error, sin extraños y evitando lo que en otros casos podría ser una caída.
Del mismo modo en zonas reviradas y cronos, baches, surcos y demás podrán ser neutralizados, permitiéndonos abrir el gas más y mejor, lo que se traduce en mejores tiempos.
A la hora de entregar la potencia, este motor siempre marca las diferencias, con unos buenos bajos, medios y altos, a lo largo de la curva de potencia suben con toda suavidad, sin baches ni derroches incontrolados de energía. Te dará siempre lo que tú le pidas y en el modo que lo hagas.
Los más finos y trialeros harán virguerías con ella. Es una gozada trepar y descender con esta Husaberg los pasos más complicados. Con una dirección ligera, que pone la rueda justo en el punto que desees. Además el contenido peso de la TE250 y por tanto sus menores inercias contribuyen a una agilidad sin precedentes.
El nuevo chasis aporta mayor aplomo sin perder para nada sus anteriores cualidades. Hay otras enduro que tal vez puedan tener mayor aplomo delante, pero consideramos que el equilibrio conseguido por la moto azul en este momento es excelente.
Como podéis leer, con estas mejoras Husaberg ha dado un nuevo paso hacia adelante, mejorando un producto que siempre nos ha seducido como el que más. Capaz de seguir al milímetro y toda fidelidad cada una de vuestras órdenes, consiguiendo una moto que siempre estará en el podium, tanto en las carreras como en nuestras preferencias.
