Fue en el año 2003, en los Seis Días de Enduro, en Fortaleza (Brasil), donde la victoria absoluta fue a manos de un piloto ¿inesperado?, pues relativamente. Stefan Everts, as belga del motocross, que casi nunca corre en enduro, se encontró con el terreno ideal para sus características de pilotaje.
Más de uno se preguntará como es que un “intruso” de esta categoría se infiltró con tal éxito en “nuestras filas. Los que hemos tenido la suerte de ver al mejor piloto de motocross de todos los tiempos sabemos porqué: La prueba se realizó casi en su totalidad sobre arena, especialidad de los pilotos belgas de motocross, además la ausencia de trialeras, común a casi todos los ISDE, resultó un factor decisivo en el resultado. Si a ello les sumamos las incontestables virtudes de Stefan, tales como su increíble paso por curva y una suavidad y progresividad con el gas, que hace que casi no levante ni polvo, arena en esta ocasión, la combinación resultó letal para las aspiraciones del resto.
Cuando las rocas y raíces aparecen, las tornas suelen cambiar, por lo que los “nuevos pilotos” llegados al enduro suelen entrenar y trabajar precisamente en estos tipos de terreno. Es conocida la participación de Mc Grath en el Eztberg Rodeo, donde tras firmar una muy meritoria séptima posición afirmó: -Estos tíos del enduro están locos-.
Otro caso digno de estudio es el de nuestro Juha Salminen, que va camino de su décimo mundial de enduro. En su entrenamiento habitual, además del trial, incluye siempre el motocross, no en vano, cuando ha corrido algunas mangas del mundial de motocross, siempre ha entrado en los puntos. Nada se le resiste al finlandés.
En los circuitos de los alrededores de Vic y Folgueroles, a nadie extrañaba la presencia de una poderosa y enorme KTM 950 del Dakar, las largas mangas de motocross formaban parte del entrenamiento diario de Nani Roma en su época de piloto de la marca austriaca en el Dakar. Alguien para el que la rapidez de reacciones es sinónimo de éxito tanto en raids como en el enduro.
Esta claro que un paso por curva más rápido es fundamental para obtener buenos resultados en el enduro. Por tanto practicar en un circuito de motocross proporciona una excelente base.
Realizar una y otra vez una misma curva, aplicando diferentes técnicas, nos puede aportar muchos datos sobre la mejor manera de hacerlo, tanto para nuestra complexión física como para las características de nuestra máquina.
Incluso fuera de circuito, en una sola curva podemos aprender de este modo. Pasarla de pie, con el peso más adelantado o retrasado, con una marcha más corta o más larga... son muchos los modos de hacerlo. Repetir una y otra vez nos hará sacar valiosas conclusiones que luego podremos aplicar en nuestro deporte favorito.
Si ya nos metemos en un circuito y nos ayudamos de un cronómetro, las conclusiones pueden ser más contundentes y reales. Una cosa es nuestra apreciación de la velocidad y otra los tiempos reales, ante ello los tiempos son un recurso de lo más imparcial, empleémoslo. Será divertido y muy constructivo.
Cuando decidimos pasar a mayores y acudir a un circuito descubriremos muchas cosas. Por un lado, como ocurre en las cronos, la resistencia física que hay que aumentar es la anaeróbica, es decir aquélla en la que prima la potencia frente a la resistencia, es el mismo tipo de desgaste que podemos tener en una especial de enduro.
Media hora en un trazado de motocross puede ser bastante cansada, pero muy útil de cara a nuestro entrenamiento. Si cuando estamos rodando hay más pilotos tanto mejor, podemos aprender de ellos, tanto de sus aciertos y técnicas como de sus errores... y los nuestros. Incluso cuando estamos descansando entre manga y manga particular.
La presencia de curvas enlazadas, realizadas una y otra vez, nos proporciona revelaciones muy interesantes de las que debemos aprender. Los peraltes, que en enduro se pueden formar en competición con el paso de los pilotos, resultan aquí una gran ayuda para exprimir el potencial de nuestra moto.
Sin lugar a dudas los saltos son un elemento inseparable del motocross. En el enduro son un poderoso recurso que nos permite salvar complicados obstáculos y volar sobre ellos. Son muchos los endureros, incluso con excelente nivel que confiesan su aversión a despegar las ruedas del suelo. Mi amigo Antonio Mateo afirma: -¿saltar? yo lo menos posible, volar es para los pájaros-.
Esta falta de confianza se puede eliminar practicando saltos, bien en una meseta o salto aislado o, mejor todavía, en un circuito de motocross.
El primer fallo de la mayoría viene en la llegada al salto, o más concretamente a la rampa del salto, como ya explicamos en un artículo publicado y que puedes ver en esta misma web.
Hay que tratar de llegar al salto siempre con el gas abierto, da igual que vaya a un tercio de recorrido que gas a fondo. El caso es que no se debe cortar, que es lo que hace la mayoría (pregunta y lo oirás) cuando cree que va muy deprisa y le da miedo o respeto saltar.
Lo ideal, como hemos señalado es llegar acelerando para después cortar en el momento que la moto despega. Con ello conseguimos llegar con la suspensión comprimida, podemos visualizarlo como si estrellásemos la moto contra la rampa, justo al abandonar el vértice la suspensión y por tanto las ruedas, se liberan añadiendo una poderosa fuerza, que combinadas a nuestra velocidad y dirección, darán como resultado resultante (suma de fuerzas) muy superior, pero mucho más fácil de controlar y predecir.
Foto 1: Xavi Galindo (Husaberg TE300) en la Romaniacs
Foto 2: Cristóbal Guerrero (KTM EXC350F).
Foto 3 : Juha Salminen (Husqvarna TE310)
CONTINUARÁ
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