La gran mayoría es capaz de sortear un obstáculo de piedra de las mismas dimensiones sin dudarlo un instante, pero cuando es un tronco, algo dentro de nuestra cabeza tiende a generar más preocupación de que de se recomienda.
Con técnica y entreno se convierte en un trámite mucho más sencillo de lo que parece. Habrá que tener en cuenta siempre las siguientes cuestiones:
1.- Es de suma importancia entrar del modo más perpendicular posible al tronco, si está liso y/o resbaladizo, por el agua, barro u otros agentes, será más fácil de controlar la moto en el momento del impacto.
2.- El tren delantero debe ir siempre lo más ligero posible, con el peso retrasado, así impediremos que se quede clavado en los troncos y afecte lo menos posible a la dirección de la moto.
3.- La inercia es fundamental, tanto para mantener la linea recta como para evitar las enganchadas.
4.- La corteza de los árboles tiene distinta adherencia dependiendo de la especie, el pino y la encina son mejores de el chopo o el eucalipto (muy resbaladizo), pero con el paso de los pilotos se va quitando. Si alguno cae, puede derramarse gasolina o aceite sobre ellos.
Comenzando por el paso de un tronco aislado, la técnica se parece a la de subir escalones, pero en este caso, si bien debemos levantar la rueda delantera del mismo modo, antes del impactar con él, no debe chocar contra el obstáculo, sino pasar sobre el con suavidad o incluso sin tocarlo, la rueda trasera "trepará sola".
Ahora bien, cuando se trate de troncos de mayor diámetro, deberemos realizar la misma táctica que para los escalones, es decir, primero impactará la rueda delantera, haciendo hundirse a la suspensión, la extensión, sumada a la inercia, proporcionará el mismo efecto ascensional ya comentado. De no hacerlo así, la moto chocaría igual que si lo hiciera contra un muro.
En el momento que la rueda trasera sube, la suspensión se comprime, si a ello le acompañamos una flexión de rodillas, no solo aumentaremos la tracción, sino que suavizaremos la extensión del amortiguador trasero. Cuya respuesta en estos casos, si no se hace bien, hará que nuestro asiento nos de un golpe en el trasero. El peso se mantendrá atrás, con el fin de que la parte delantera baje lo más suave posible. Si lo hiciera de golpe podríamos caer por delante de la moto, si no vamos muy bien sujetos al manillar. De este modo podemos superar todo tipo de troncos, sea cual sea su grosor. Solo hace falta decisión, "hacer bien los deberes" y entrenarlo hasta que salga bien.
Troncos alternados
Es un obstáculo muy común en las especiales "artificiales" y zonas indoor, son más complicados cuando la distancia entre ellos es inferior a la longitud de nuestra moto. En ellos se necesita la mayor precisión en nuestras acciones. Resulta básico que cuando superemos el primero, la rueda llegue en el aire y suavemente al segundo. Si tenemos la opción de pasar sin tocarlo, es cuestión de gas y confianza.
Lo que deberemos evitar siempre es que la rueda delantera impacte con fuerza contra los troncos.
Debe llegar en el aire al segundo tronco, para ello es imprescindible que el gas sea constante, desde que superamos el primero hasta que se termina la serie. En este caso, la mayor exigencia física será de nuestros brazos y piernas, ya que con los brazos debemos tirar del manillar mucho para que la rueda se levante y con las piernas debemos absorber, dentro de lo posible la altura que alcanza la parte trasera de la moto cuando la rueda trasera está sobre el tronco y de repente toca tierra de nuevo.
Al principio resulta bastante complicado enlazar más de dos troncos, pero cuando se les "pilla" el truco y la sincronización de movimientos, es bastante mecánico y repetitivo. Por lo que conviene entrenarlo hasta que salga bien.
Troncos en curva
Debemos realizar la trazada de modo que nos permita acceder a ellos del modo más perpendicular posible, teniendo siempre en cuenta, sobre todo en los giros más cerrados, que la rueda trasera siempre cierra la trayectoria respecto a la delantera, que hace un recorrido más amplio.
Pirámides de troncos
Se trata de un obstáculo cuya apariencia impone respeto. Fundamental resulta entrar con la rueda delantera en el aire, con el peso atrás y mucha inercia.
El cuerpo debe ir cambiando de posición de modo que la inercia de la masa de nuestro cuerpo ayude a subir la moto cuando sta tiende a irse quedando parada por falta de tracción mientras asciende. es importante también mantener el gas constante y , sólo si es necesario, acelerar muy progresivamente en la parte e descenso para descargar peso del tren delantero.
Nunca se deben dar acelerones bruscos, ya que la reacción será un violento derrape encima de los troncos. Como siempre, máxima suavidad.
No debemos hacer nunca que la rueda delantera se quede encajada en las zonas convexas de las subidas, ello equivale a quedarse clavado.
En las bajadas, dar un golpe suave de gas y embrague con el peso atrás, para que aterricemos en plano.
Por supuesto en carrera, los nervios pueden hacer que perdamos la concentración, incluso las caídas de otros pilotos que nos preceden pueden alterar nuestra trazada. Pero todo esto nos evitará al menos que los errores no sean los nuestros. Debemos buscar siempre la zona menos concurrida y con más adherencia. En los enduros Indoor, veremos que Iván Cervantes, Xavi Galindo y Blazusiak siempre eligen estas trazadas, aunque para ello tengan que variar la inicialmente elegida.
A entrenar pues y que ningún obstáculo os detenga.
