Hay pilotos que incluso llevan el peso sobre la punta de los pies, la flexibilidad que consiguen en sus articulaciones les da un mayor control sobre la moto, el caso más extremo es el diez veces campeón del mundo de Motocross Stefan Everts, ganador de los Seis Días Internacionales de Enduro de Brasil (ISDE). Toda una referencia también en el mundo del enduro cuando se habla de pilotaje.
El control del acelerador
Lo que diferencia a un buen piloto de uno malo comienza por aquí. Suavidad con el gas es frase utilizada con mayor frecuencia en todos los cursillos. Pilotos de todas las especialidad off-road insisten de modo continuo en ello.
Muchos de los errores de pilotaje vienen precisamente de la falta de tacto con este elemento. Llevamos mecánicas con una excelente relación peso-potencia, lo que hace que los golpes de gas, se traduzcan en derrapes excesivos o levantadas de rueda.
Cuando se quiere ir más rápido y no se cuenta con la técnica necesaria, se tiende a abusar del gas. Sin embargo, viendo a un piloto de los buenos realizando una crono, nos daremos cuenta de que no pega jamás acelerones sin control, sino que mantiene el gas abierto antes y durante más tiempo, sabiendo aprovechar bien el cambio, como veremos más adelante.
También ocurre el caso contrario. Cuando se tiene miedo, se tiende a cortar gas y frenar, cuando muchas veces lo que salva la situación es un golpe de gas, controlado y dosificado a tiempo. Casi podemos traducirlo con la frase “ante la duda gas”, que nunca será sinónimo de ser bruto con este elemento.
El enduro se practica de pie
Así es, un buen piloto de enduro va erguido el 90% del tiempo.
En muchas fotos en revistas y libros, veremos a los pilotos sentados, ello es porque, en un gran porcentaje, han sido tomadas en plena aceleración, a la salida de los virajes. Que muchas gente lleve años practicando con cierto éxito siempre sentados no significa que sea la técnica más efectiva. Aunque a muchos les funcione, en muchos casos y situaciones pilotarían mejor de pie por los beneficios que implica, aumentando su margen de maniobra y su visibilidad.
Entre los pilotos profesionales hay casos especiales, como el de Mika Ahola, cinco veces campeón del mundo, que casi siempre conduce sentado, pero se trata de un estilo muy particular, también de una complexión física muy grande. No es el caso de David Knight, casi un gigante, que pilota de pie. Los pilotos más bajos casi siempre van de pie( Eero Remes y Juha Salminen), en nuestro artículo "El tamaño importa" hacemos un completo análisis sobre ello. http://www.librodelenduro.es/?contentid=45.
Al principio cuesta bastante de asimilar, es uno de los errores más comunes del principiante, sobre todo cuando se viene de la carretera. Incluso parece más cansado e inseguro. Sin embargo, cuando lleguemos a acostumbrarnos, comprobaremos las mil y una ventajas de esta posición.
En primer lugar, nuestro campo de visión será mayor. Cuanto más arriba estemos, más metros por delante visualizaremos, con lo que nos podremos anticipar mejor a los cambios del terreno.
A un tiempo podremos realizar una transferencia de pesos en la moto. Apoyar el peso más hacia atrás para conseguir tracción o mayor ligereza en el tren delantero, dar más apoyo al tren delantero o bien hacer cambios de peso de una a otra estribera, resulta mucho más sencillo de pie que sentado. Se hace presión no sólo empleando nuestra fuerza, sino también nuestro propio peso, además con mucha más agilidad.
Al conducir de pie incrementamos, y mucho, nuestro margen de maniobra con la moto. La capacidad de amortiguación también se ve aumentada. Contamos, además de nuestras suspensiones, con la capacidad de absorción de nuestras piernas y brazos.
Todo el espacio entre nuestro cuerpo y la moto se suma al recorrido de la suspensión. Nuestras piernas controlarán mejor las irregularidades del terreno, a un tiempo nuestra movilidad será muy superior a la conseguida sentado.
Si vamos sentados, por el contrario, cada accidente del terreno, repercute en nuestra columna y musculatura, provocándonos mucho más cansancio. Hay que luchar pues con la tendencia común de sentarse cuando se va muy cansado, algo que a veces cuesta mucho. Siempre nos cansaremos menos yendo de pie.
Una sacudida al encontrar por ejemplo una roca o un tronco, puede hacer que nuestro asiento nos pegue un golpe en el trasero, amenazando con descabalgarnos. En muchas ocasiones, llegar a sentarse, produce una pérdida de tracción en un momento crítico. Esto puede hacer que no subamos un obstáculo o incluso nos caigamos.
Para volver a reiniciar la marcha o levantarnos, necesitaremos un esfuerzo físico considerable que, cuando se repite varias veces, acaba agotando nuestras fuerzas, lo que equivale a complicar y mucho nuestra salida o carrera.
Cuando uno va cansado los riesgos se multiplican y la técnica que podamos tener, no aparece por ninguna parte.
Sin embargo, habrá ocasiones en que resulte útil ir sentados, además de la salida de las curvas como hemos comentado. Al pasar roderas muy profundas, es mejor hacerlo así, remando con las piernas, bien agarrados para no quedarnos atrás. En esos lugares los más altos irán más incómodos, pudiendo dar con las rodillas en el manillar.
La posición en marcha, para describirlo de un modo más gráfico, deberá dibujar la forma de un cuatro entre la moto y el piloto, visto de lado.
Nuestro peso hay que aprovecharlo
El emplearlo como un arma más es definitivo. Nos permitirá actuar con una fuerza más. Ya sea cambiando el centro de gravedad hacia donde más nos interese o compensando los movimientos de la moto.
Como norma a tener en cuenta casi podemos decir, que habrá que colocarlo en el lado contrario al que se desplace nuestra moto. Cuando tengamos que levantar la moto, no lo hagamos solo a base de brazos y piernas. Una vez agarrada la moto, descolgar todo el peso de nuestro cuerpo al lado contrario para contrarrestar el peso, ahorraremos muchas fuerzas. Incluso a veces bastará con eso para levantarla.
Los pies en los estribos
Deben ir ahí la mayor parte del tiempo posible. Apoyando el pie en ellas, se transmite mejor el peso y la fuerza necesarios, tanto para cambiar de dirección, como para adquirir una mayor tracción cuando lo necesitemos.
En muchas ocasiones sacaremos el pie del interior de la curva, como en motocross. La diferencia está en que en el enduro no vamos por circuito, por tanto la presencia de piedras, raíces y otros obstáculos, nos pueden golpear o incluso trabar la pierna, con el consiguiente riesgo de una grave lesión de rodilla al retorcerse al pierna.
Por tanto, es muy importante que el pie no vaya rozando el suelo, sino más arriba. Gualterio Brissoni, uno de los mejores pilotos de enduro de la historia, tenía un estilo muy particular y efectivo, en el que jamás sacaba los pies de los estribos.
En el cambio de dirección, el paso del peso de una a otra estribera nos ayudará ha realizarlo con mucha mayor rapidez. Para comprobarlo, situar la moto en linea recta, cambiando el peso, presionado en cada lado de modo alternativo. Comprobaremos con qué facilidad cambia la moto de dirección. Además así descargamos el trabajo a realizar por nuestro brazos, repartiéndolo con todo el cuerpo.
Uno de los errores más comunes es precisamente ése. Cargar todo el trabajo en los giros en la parte superior del cuerpo, cuando no sólo es menos eficaz sino mucho más cansado. Tal es el control que se puede ejercer con las piernas que Mick Andrews, toda una figura histórica en el mundo del trial, cuando da un curso de pilotaje, hace realizar a todos sus alumnos una zona de trial empleando una sola mano en el manillar. Así demuestra, por convencimiento, todo el control que se puede ejercer con nuestras piernas.
Otro punto a tener en cuenta es el modelo de moto que pilotemos. Unas son más ligeras que otras en el tren delantero, por tanto, nuestro peso deberá ir más retrasado o adelantado, adecuando nuestra posición a nuestra compañera de aventuras. Cuando el firme es cambiante, debemos ir preparados para desplazar el peso atrás, aligerando el tren delantero cuanto la presencia de obstáculos lo requiera.
Foto 1: Xevi Puigdemont nos muestra siempre una técnica impecable.
Foto 2: La diferencia en este punto entre ir de pie o sentado es enorme. Si Álvaro García fuera sentado la moto bajaría por donde le indicara la gravedad, como un peso muerto sin posible variación, en cambio pilotar de pie le permite variar a voluntad la trayectocia. Modificando la posición del cuerpo podrá llevar cualquier rueda por el punto que él desee.
Foto3: Victor Guerrero cumple en esta foto todas las premisas de un buen pilotaje en enduro. La posición retrasada en la bajada, le permitirá sujetar la moto con mayor fuerza al caer del salto, al ir de pie amortiguará mejor el impacto. Lleva un dedo sobre el freno y otro sobre el embrague, ello proporcionará la posibilidad de frenar y cambiar de dirección justo cuando llegue al suelo, donde el espacio es muy justo.
Si quieres saberlo todo sobre el enduro.