Con un poco de paciencia y buen ojo, se pueden encontrar buenas ocasiones, lo que nos puede permitir cambiar de moto más a menudo, o si nos hemos equivocado o nos apetece probar otras cosas, hacerlo sin coste económico. Hay gente con mucha habilidad para hacerlo y no sólo se no pierden dinero al venderla de nuevo, sino que incluso ganan.
Para ello, lo primero es preguntar al vendedor el motivo de la venta y analizar si es cierto.
Tenemos todo un abanico de posibilidades, desde un piloto que se ha lesionado hasta alguien que se ha equivocado, ha hecho un par de salidas y a dejado su moto aburrida en el garaje.
Si encontramos una ocasión de una moto en muy buen estado y tiene buen precio, no intentemos hacer rebajas imposibles o nos la quitarán de las manos. En muchos casos alguno dice: - Es que por 800 euros más me la compro nueva - Cada uno con su dinero puede hacer lo que quiera, pero con ese dinero se pueden hacer maravillas, desde equiparnos con lo mejor del mercado hasta irnos de viaje o de carreras. Hay muchas ocasiones y motivos para vender una enduro con poco uso y si tiene pocos kilómetros de uso, salta a la vista.
Pedir la documentación y comprobar que, tanto el número de chasis como el propietario, coinciden respectivamente con la moto y su dueño.
Se pueden encontrar motos de segunda mano de todos los niveles, desde pequeñas 50 infantiles, donde se puede haber verdaderas gangas, hasta superiores a 500, a las que evidentemente no se ha podido exprimir al máximo. La presencia de extras, si son de calidad, puede aumentar el precio de la moto y se puede negociar que el vendedor los quite y descuente del precio. Es una cuestión a valorar.
Observar siempre los siguientes detalles: En las motos más pequeñas, pueden haber sido regaladas a un chaval que al final la ha dejado aparcada o se le ha quedado pequeña muy pronto. Da igual que la moto tenga años si está bien cuidada, no se trata de que el joven endurero compita en mundial con ella, sino que se divierta. Para ello no necesita la más actual tecnología.
Una vez elegida la cilindrada y si es 2 o 4 tiempos, debemos infomarnos de la "historia"y peculiaridades de cada modelo y año concreto.
Por ejemplo:
Las Gas Gas FSE450 de 2003 dieron problemas, lo mismo que las Honda CRF de la época, sin embargo, los modelos correspondientes al año 2009 eran modelos de lo más fiable.
Las diferencias entre una KTM EXC250F del 2006 y una del 2007 son abismales, lo mismo que entre una Husqvarna TE250 del 2008 y una 2009. En ambos casos se produjeron cambios totales en el modelo, que no son, ni de lejos, las diferencia que podríamos encontrar con los modelos de los años 2010 ó 2011.
Para informarse de estos cambios, si los desconoces, preguntar en los talleres, mirar revistas o consultar páginas web y foros. Allí encontraréis datos que os confirmarán que la KTM EXC250 2 tiempos pasó a incorporar 6 marchas en el 2011, lo que la hace superior a la 2010, pero no tanto como ls direfencia que puede haber de ésta respecto a la 2012.
Las 125 2T y las 250 4 tiempos, deben estar muy cuidadas o mantenidas al día. No olvidar que sus motores giran más altos de vueltas y por consiguiente tienen un mayor desgaste. Si tienen kilómetros a veces hay que poner pistón y/o cilindro nuevo, lo que habrá que tener en cuenta para ajustar el precio, en cualquier caso no es una operación muy cara, por lo que merece la pena.
Una moto de hace un par de temporadas o incluso con muchos más años, si está bien cuidada, puede ser ideal para divertirse un rato los fines de semana, ahora bien, si nuestra intención es ir despuntando en competición, cuanto mejor, más nueva y equipada sea nuestra moto, mayores ventajas tendremos.
Por ejemplo, una Gas Gas EC 250 del 2001, excelente añada por cierto, puede tener un buen precio de compra. Si le ponemos plásticos y pegatinas nuevos, cilindro y pistón, habremos conseguido una gran moto a un precio excelente.
Tener en cuenta que una moto de enduro en su aspecto siempre sufre con el uso. La metemos en el barro, nos caemos encima de las piedras, se producen rayas en las pegatinas, chasis y basculante, este deterioro dentro de unos límites siempre existe, aunque sea en una moto con pocos meses.
Un excelente cuidado de sus partes mecánicas, con reaprietes de tornillería y engrases en los puntos de fricción, pueden alargar mucho su vida útil, estando mejor mecánicas más veteranas que otras mucho más nuevas y con peor atención.
La presencia extras puede hacer subir el precio, conviene saber cual es su coste de nuevos para negociar y valorarlos. Tenemos dos posibilidades, bien sugerirle al dueño que los quite antes de entregar la moto o bien dejarla como está y luego decidir si nos los quedamos o los vendemos nosotros mismos en el mercado de segunda mano. Ahora bien, cualquier posible compra ha de ser examinada con lupa.
Estos son los puntos básicos a tener en cuenta: La primera impresión que os dé vuestra posible nueva compañera endurera os dirá mucho sobre el trato que ha recibido de su dueño.
Si se encuentra sucia, con falta de engrase en los puntos críticos y con plásticos y piezas en mal estado o rotos, desconfiar al instante.
La parte oculta de la mecánica puede tener graves defectos por la falta de atención o cuidados necesarios. A veces las excusas pueden revelar una falta total de cuidado por parte de su dueño. Las suspensiones deben recibir especial atención, si es posible, deben ser examinadas después de una prueba. De ese modo podremos comprobar que no existen fugas de aceite. Esto puede ser provocado por unos retenes en mal estado o, lo que es peor, rayas o golpes en las barras, que provocarán que, aunque se sustituya el retén, se vuelvan a estropear.
También se deben mirar las holguras de los muelles delanteros y trasero observando el juego muerto que tienen, si este es excesivo, señal de que deben ser cambiados. De todos modos, se debe desconfiar de un usuario que te pretenda vender su moto en estas condiciones, a no ser que lo descuente del precio.
Tanto los discos de freno, como las pastillas deben ser revisados. Un juego de pastillas no es caro, pero sustituir un disco gastado o rayado ya cuesta un dinero. El circuito, las bombas de freno y las pinzas no deben perder líquido bajo ningún concepto, ya que en ese caso hay cambiarlos Cadena, corona y piñón deben ser observados a conciencia. La diferencia de precio de una cadena de retenes y una normal, como las que se emplean en motocross, es tan grande como su diferencia en vida útil.
Si los tensores de cadena están a tope, es señal que esta se encuentra al final de su vida útil. La corona y el piñón deben tener sus dientes en buen estado, en caso contrario tendrán forma de aleta de tiburón.
Uno de los puntos más difíciles de observar es el estado de las bieletas, cojinetes...
En cuanto a los rodamientos de la rueda, basta con coger el neumático con una mano y moverlo lateralmente en sentido perpendicular a la marcha, procurando que la dirección no se mueva. Si se encuentran en desgastados se apreciará con facilidad. Cualquier roce extraño al girar nos puede hacer pensar que algo no está cuidad como debiera.
El resto es más complicado. Conviene observar si se encuentran limpios y bien engrasados. Si los cojinetes del eje del basculante están en mal estado, al presionar sobre el asiento para que baje la suspensión trasera se puede notar algún extraño roce que, en caso contrario, no debería producirse, es cuestión de tacto.
La causa más frecuente de su deterioro es la falta de limpieza y engrase adecuados, ya que la acción del agua, incluso después de lavar la moto, unida a la acción del polvo, la arena y el barro son de lo más corrosivo. Pueden actuar como una pasta abrasiva, como una lija. Un cojinete gripado nos puede jugar una mala pasada, incluso provocar una caída.
El estado de las llantas es importante, debe observarse con detalle si tienen golpes o abolladuras y, haciéndolas girar, comprobar su perfecto alineado. Revisar con la mano los radios para ver si están destensados o falta alguno.
En cuanto a los neumáticos, mirar la marca y modelo que llevan, siempre que estos no presenten grietas o la goma no esté degradada, cosa que haría de su inmediata sustitución una cosa inevitable, es algo que tendréis que discutir a la hora de ajustar el precio con el vendedor. Lo mismo que todo defecto que encontréis. Pensad en que todo lo que haya que arreglar o sustituir hay que repercutirlo, conviene pues hacer un presupuesto lo más realista posible.
Comprar una marca poco difundida nos puede ocasionar problemas de repuestos, por tanto debe tener un precio inferior de compra, si es que nos queremos arriesgar a ello. No digamos ya cuando tenemos ante nosotros una marca desaparecida, que cualquier pieza que se rompa nos puede dejar con la moto en la estacada y para siempre.
Conviene pues asesorarse a conciencia antes de comprar. Incluso algún modelo concreto de excelentes marcas puede haber dado problemas en su momento. Después de este completo examen ya tendremos elementos de juicio para acordar un precio justo.
