Por ello es muy importante saber dosificar, no solo en competición, sino también en nuestras salidas con los amigos.
Hace ya mucho tiempo, cuando mi vuelta al enduro, antes de mi primera carrera mi amigo y "maestro" Gustavo Menéndez me dio un consejo vital: - En carrera se debe ir siempre a un 70% de posibilidades, dosificar las fuerzas puede ser la diferencia entre terminar no no hacerlo.-
El que me dio más tarde el gran piloto y profesional del enduro Miki Arpa, siempre colaborador en nuestros libros también es muy importante: -Cuando salgas a la primera especial, sea Crono o Tramo cronometrado, no salgas como si te jugaras el mundial, desgastarás mucho y te quedan muchas horas de carrera y muchas especiales por delante.-
Es posible que te sientas eufórico, con ganas de comerte el mundo y pulverizar el crono, sintiendo que estás en "tu día de gloria", lo mismo te puede suceder en una salida endurera con los amigos, pero… queda mucho camino que recorrer, estás consumiendo recursos que necesitarás dentro de unas horas.
Los imprevistos juegan un papel pero que muy importante en este asunto. Una trialera o una subida que se complican más de lo previsto necesitarán, la mayoría de las veces, de unas fuerzas que debemos haber reservado.
Las caídas y enganchadas también suponen un desgaste enorme. El levantar la moto y colocarla en el lugar correcto nos puede consumir, por tanto debemos mantener la cabeza fría y resolver la situación con calma y relajación mental: ¡debemos pensar con claridad! aprovechando nuestro propio peso para estas tareas., algo que ya hemos descrito en otros artículos.
También nuestra moral sufre desgaste, tras los percances no sirve de nada lamentarse, los "si hubiera hecho tal cosa" "si no me hubiese caído…" no nos van ha hacer salir del atolladero. El que ese tipo de va delante de nosotros en la trialera nos haya hecho perder la inercia, al que odiamos en ese instante, aunque sea nuestro mejor amigo, nos puede hacer consumir energías al tener que remontar, empujar la moto, etc. Pero quejarse no sirve.
Debemos tener, como todo deportista, un botón RESET en nuestro cerebro, como técnicamente no es posible, tendremos que hacerlo de modo virtual. Una vez pasado el incidente hay que borrarlo de nuestra mente, como si no hubiera existido, o mejor aún, debemos darle la vuelta y pensar: "A pesar de mi error o de mi caída soy capaz de hacerlo mejor".

Una clave fundamental en el ahorro de fuerzas está en la técnica de pilotaje. En muchas ocasiones los pilotos más jóvenes se sorprenden de pilotos muy veteranos pensando que tienen una forma física envidiable, lo que a veces es cierto, pero también lo es que se cansan menos porque invierten mejor su energía y cometen menos errores.
Ante la perspectiva de un obstáculo complicado o incluso cuando vemos una caída inevitable siempre nos queda, como último recurso el que la moto quede en el mejor sitio, si es después del problema mejor, donde más accesible esté para reanudar la marcha.
Esto parece un tanto inverosímil, pero es increíble a la velocidad que puede funcionar el cerebro en situaciones límite. Por ejemplo, si nos caemos al subir un escalón debemos empujar la moto para que quede arriba, la parte complicada del trabajo ya está realizada. Si en una trialera plagada de obstáculos tenemos la certeza de que no subiremos de un tirón, planificar la subida o bajada en etapas, quedándonos en los lugares más cómodos y accesibles.
En resumen podemos volver a la frase de "el enduro requiere inteligencia", que en términos efectivos respecto a este artículo, hay que señalar que debemos procurar mantener nuestro cerebro activo dosificando nuestras fuerzas, para que al llegar al final de nuestra salida o nuestra carrera podamos dar lo mejor de nosotros mismos.
Foto1: piloto Mikel García
Foto2: Cristóbal Guerrero (foto Befurious)
Foto3: Xavi Galindo.